Aunque se encuentra en un enclave relativamente próximo a zonas urbanas como Barcelona, la Casa del Molí está en un lugar privilegiado. Los límites de la finca son colindantes con dos espacios naturales protegidos por el la Generalitat de Catalunya: el Espacio Natural Protegido de Montmell-Marmellar al suroeste i el Espacio Natural Protegido de les Capçaleres del Foix al nordeste.
El huésped encontrará aquí un rincón de tranquilidad, en equilibrio con una fauna y flora singulares. Nos encontramos fuera de la llanura estricta del Penedès, eminentemente agrícola y con predominio del cultivo. Estamos en un valle justo en medio de la sierra pre litoral, con elevaciones de hasta 850 metros sobre el nivel del mar. Es en esta sierra donde nace el río Foix, entre otros. Y es este río el que atraviesa el Penedès hasta devolver sus aguas al Mediterràneo en la localidad de Cubelles. La riera de Pontons és un afluente del río Foix y discurre por el valle serpenteando por el lado este de la Casa del Molí. És este afluente del río Foix el que atrae un buen número de animales:
Delante de la Casa del Molí suele hacer el nido un pato hembra por los alrededores de mayo y, con un poco de suerte y silencio, se puede ver navegar a la familia con la calma matutina o vespertina. Entorno al cauce del río también es el hábitat del lución o serpiente de cristal. En realidad se trata de un lagarto sin patas completamente inofensivo y que busca los lugares húmedos. Los jabalíes también bajan a menudo a finales de verano para saciar su sed. Aun así es común oírlos también como buscan raíces y gusanos en el suelo fangoso. Más silencioso y atento hay que estar para poder cruzarse con un corzo. Se puede llegar a ver alguno a primerísima hora de la mañana si bien uno de nuestros huéspedes pudo levarse a casa un magnífico tesoro en forma de cuerno de corzo. El zorro también aparece de vez en cuando para aprovechar cualquier descuido con nuestras gallinas que le puedan pueda solventar la cena. Sin embargo el peligro les ha llegado de más arriba a nuestras gallinas. En concreto hay una pareja de cernícalos que anidan en las Rocas de Sant Salvador, y su pequeño intentó estrenarse cazando a nuestra gallina gris, Queca. Por suerte no afinó bien con el vuelo picado y después de espantarlo tuvo que buscarse presas más manejables.
Por lo que se refiere a otros animales más pequeños, también es posible ver tejones, sapos, ranas, escarabajos rinoceronte, mariposas reina cebrada, arna zygaena, palomas salvajes, pájaros carpinteros, lechuzas, etc.
Y como animales de paso tenemos la suerte que en el valle baja varias veces al año el rebaño de Joan, el último pastor de la zona. En esta entrada del blog podéis conocer mejor sus hábitos y curiosidades. También hay una colonia de abejas que polinizan la flora de valle y que producen miel ecológica que se puede adquirir en las bodegas Parés Baltà.
Por lo que respecta a la flora, encontramos principalmente un bosque de hoja perenne con el pino y la encina carrasca. También aparecen de vez en cuando los robles, el fresno, etc. El bosque es denso y muchos de los árboles están abrazados a lo largo del tronco por plantas enredaderas. Destaca entre ellas la zarzaparrilla, una trepadora que reconoceréis por sus espinas afiladas. En los aledaños de la Casa del Molí podréis encontrar dos tipos de frutos silvestres. El más fácil de encontrar son las moras, que se pueden recoger a principios de setiembre. Más difícil pero no imposible es dar con un madroño, del que pueden recogerse sus sabrosas bayas hacia noviembre-diciembre.
Otro tesoro aparece al anochecer en el cielo de la Casa del Molí. El brillo de las estrellas destaca en las zonas con poca contaminación lumínica, como es el caso de este paraje. Aquí es bien visible la vía láctea durante las noches sin luna llena.
En referencia al patrimonio histórico, también se pueden encontrar aquí unas cuantas joyas. La primera la encontrarán en el mismo edificio donde se hospedan. La Casa del Molí es precisamente el antiguo molino de valle, donde se molía el grano para hacer harina y se serraba la madera para hacer las vigas de las masías de la zona. A pocos minutos andando des de la casa se puede admirar también una barraca de piedra seca perfectamente conservada y que servía de refugio a pastores de antaño. Cabe destacar también las ermitas de Sant Joan de la Muntanya y de Sant Salvador de la Balma que flanquean des de lo alto la riera. Se trata de dos excursiones muy recomendables.
Por un lado, la Ermita de Sant Joan (1075dC) la podemos ir avistando en diversos puntos a lo largo del camino de subida, unos 230 metros de desnivel des de la Casa del Molí. Aunque el interior está cerrado vale mucho la pena observar su belleza de cerca y descansar en su balcón mirador alcanzando vistas a todo el Penedès y hasta Montserrat.
Por otro lado la Ermita de Sant Salvador no es visible hasta que no se llega prácticamente delante. És recomendable acercarse con el coche y seguir caminando llaneando por el bosque. Es una construcción muy atípica para ser una ermita pues parece una torre construida en el hueco de la cueva. Esta sí que tiene el acceso aunque se encuentra en estado de abandono.
Foix es el nombre del principal río del Penedès y también del santuario dedicado a la Mare de Déu de Foix.
Foix és el nom del principal riu del Penedès i també del Santuari dedicat a la Mare de Déu de Foix. Se encuentra en el término municipal de Torrelles de Foix, en el valle contiguo al de la riera de Pontons. Aunque se puede llegar andando al santuario des de la Casa del Molí y el trayecto vale la pena, es una excursión larga de más de dos horas para llegar. Si se tiene poco tiempo o simplemente no se quiere andar tanto, se puede llegar fácilmente en coche con un trayecto de 20 minutos. La mañana del primer domingo de mes está el santuario abierto para visitarlo por dentro. Las vistas des de aquí son también espectaculares, alcanzando el mar, Montserrat e incluso el Montseny.
Els pèlags de Foix es un buen lugar para refrescarse en verano en cualquiera de las ollas llenas de agua fresca y clara. También en el parque de les Dous se puede disfrutar del agua de la riera de Pontons y pasear a la sombra de los árboles que flanquean el cauce de agua.
Aunque está un poco más lejos, a unos 25 minutos en coche, se recomienda hacer una escapada para visitar el monasterio cistercense de Santes Creus. Éste conforma la ruta del Císter, junto con el monasterio de Poblet y el de Vallbona de les Monges.
La capital del vino, Vilafranca, se merece también una visita. A banda de su patimonio arquitectónico destacan también aspectos más folclóricos y tradicionales. La feria del Gallo en diciembre, el maridaje entre vino y música jazz del festival Vijazz de primeros de julio y sobretodo la Fiesta Mayor a finales de agosto, con la tronada, cercaviles, correfocs y espectáculos castellers de primera línea.
Y para acabar no dejen de tastar el zumo de nuestra tierra. Los vinos y el cava son como el agua en el Penedès y podréis encontrar diversas bodegas y cavas. Las más cercanas e interesantes son Parés-Baltà, Colet i Mas Bertran.
Ahora que ya saben lo que se puede encontrar en el entorno de la Casa del Molí, es tiempo de planear una escapada con la família y amigos!